Hay momentos oscuros en nuestras vidas que nos hacen más sensitivos a ver y entender cosas que de otra forma no entenderíamos... y mucho menos aceptaríamos. En el momento de la oscuridad nos resistimos a ello. Nos duele o nos sentimos incómodos. No importa el sentimiento, peleamos contra ello. Y continuamos nuestro camino para sorpresivamente encontrarnos con la misma situación un trecho más adelante del camino. Porque una cosa es cierta, lección que no aprobamos la vida se encarga de repetirla una y otra vez. La misma piedrita se nos mete en el zapato, o la misma encrucijada del camino parece moverse al frente para encontrarnos y retarnos nuévamente. A ver si esta vez aprobamos el curso. Podemos ciégamente seguir repitiendo los viejos patrones de comportamiento. O abrir los ojos en medio de la situación oscura para decidir cambiar el curso de nuestros pasos y cambiar nuestras acciones a nuevas formas de ser.
Sensei Myriam
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