Nada específico que realizar. Sólo estar ahí....
presente al momento. Sin prisa. Sin apuros.
Compartiendo con amistades del momento presente. Sin juzgar o evaluar. Permitiendo a cada persona presente ser. Indefensos y vulnerables. No teniendo que probar o justificar quiénes somos. Porque de la misma forma nosotros no juzgamos ni la compañía tiene que justificarse ante nosotros. Esta es la forma en que los niños se comportan. Es algo que hemos olvidado y necesitamos recordar. ¿Por qué?
Porque sólo así... seremos real y completamente felices.
Sensei Myriam
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