lunes, 12 de septiembre de 2005

Nuevas formas... (2)

Este proceso de re-aprender es resultado del entender que cuando estamos creciendo hay cosas que necesáriamente van a cambiar. La vida misma nos da múltiples ejemplos de esto. El bebé fue primero la unión de dos células que por un proceso de crecimiento y desarrollo fue cambiando a un embrión. Luego a un feto y por último el bebé que nace a término. Pero, no se queda toda la vida como un infante. De ahí pasa a pre-escolar, escolar, preadolescente, adolescente, adulto joven, adulto hasta las diversas etapas de la vejez. Estos nombres son clasificaciones artificiales para lo que es un proceso muy complejo. Pero, el proceso es real y está presente en todos nosotros. El crecimiento y el desarrollo son aspectos diferentes de lo que es un sólo proceso. Y todos de una forma u otra participamos del mismo.

En este proceso las viejas formas dan paso a las nuevas. Unas dejan de ser para que otras comiencen a vivir. No es fácil pero, ¿qué se va a hacer?. Podemos resistirnos. Nos puede y es seguro que al principio nos va a doler. Nos hemos acostumbrado a unos patrones y basta que un miembro de la cadena empiece a cambiar para que todos empiecen a sentir el remezón. Y, ¿qué es ese remezón?. Es el llamado general al cambio y al crecimiento. Uno en la cadena cambia y ya las relaciones no son las mismas. Comienza la evaluación de qué alternativas tenemos. Porque siempre hay alternativas. ¿Me resisto?. ¿Me rebelo?. ¿Trato de entender?. ¿Busco entender y evaluar qué es lo que está sucediendo?. Si el cambio es algo que veo como razonable decido si es ésto lo que quiero o no. Si lo acepto como razonable permito que el cambio ocurra también en mi. Si no, como en ocasiones anteriores en mi vida tomo la decisión de buscar nuevos senderos que caminar. O caminarlo con otros compañeros.

La vida de un cuerpo saludable se caracteriza por el crecimiento y el desarrollo. Es capaz de ajustarse, de re-hacerse de acuerdo a nuevas circunstancias y retos. Sólo de esta forma se hace realidad todo nuestro potencial.

Sensei Myriam

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