"Un dia sabías qué hacer y comenzaste", así comienza un poema de Mary Oliver que estoy aprendiendo. Muchas voces en mi mente, voces del pasado que aún desde lejos me increpaban. Y voces en el presente que no entendían y demandaban mi atención. Tembló mi corazón porque sentía miedo de si hacía lo correcto. Y era la urgencia y demanda de los que me rodeaban tan fuerte que hasta sentí como si algo agarraba mis pies para que me detuviera a escucharles en su súplica de que les ayudara a sanar sus vidas, suplir sus necesidades y realizar sus sueños.
Pero no me detuve, ya estaba claro en mi corazón lo que debía hacer. Fue duro leer lo que pensaban, recibir la descarga de sus duras e inflexibles proyecciones. Grande, si grande fueron su desaliento y decepción. Pero, ya era suficiéntemente tarde, el tiempo había llegado y en el momento de mi noche más oscura, y en medio de lo agreste del camino lleno de piedras y ramas caidas en que me encontraba poco a poco decidí comenzar a caminar....(continuará).
Este es el poema que estoy aprendiendo. Pero, aún más, que me encuentro viviendo.
mcr
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