A
la tentación de reaccionar convirtiéndote en lo que sabes no eres. ¡Que
la sombra te habita, lo sabes bien! Ambas cosas viven dentro de ti, luz
y sombras. Una sin la otra no existen y has aprendido a aceptarlo,
entenderlo y mucho más aún, a apreciarlo. No sucumbas al reto, a la
provocación. A la invitación con agenda escondida aún para el que te
invita a dejar de ser tu mejor ser. Son juegos, meros juegos. La
justificación oculta de la falta de coraje y de valor para enfrentar su
propia y bendita oscuridad. Porque hay salud en ella cuando sin temor se
enfrenta y se acepta. De la negritud que nos irrita el nácar poco a
poco, capa tras capa la perla forma. Respira, ora y confia que ya no hay
tiempo para el drama o el teatro. Hoy sólo hay tiempo para ser. Real,
íntegra y sana.
mcr
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