viernes, 2 de julio de 2004

Tal como es...¿quién puede decirlo?

Trataré de traducir lo mejor que pueda una pequeña historia.... Un dia el Duque de Houan se disponía a leer un libro en un salón de su gran palacio, mientras bajo su ventana un herrero, Pien, estaba haciendo una rueda. Soltando su martillo, Pien subió y le preguntó al Duque:
" ¿Qué estás leyendo?"
" Las palabras de los sabios", le contestó el Duque.
" ¿Los sabios, viven ellos aún?."
" No", le contestó el Duque. "Están muertos".
"Entonces", le dijo el herrero, "estás perdiendo tu tiempo. Todo lo que vas a encontrar en tus libros es cosa antigua."
"¡Estoy leyendo, y no le toca a un viejo herrero darme ese consejo!. Te dejaré explicar eso que me has dicho sólo por la bondad de mi corazón. Por que de otra manera te haría ejecutar por tu insolencia".
" Muy bien", le dijo el herrero. "Esto es lo que el trabajo le ha enseñado a tu humilde siervo. Cuando hago una rueda y lo hago con calma, el trabajo es placentero. Pero los resultados no son muy firmes."... "Cuando voy muy a prisa el trabajo es una carga. Y los resultados son un fracaso".
El herrero continuó así: " Uno no debe ir ni muy lento ni muy aprisa. Hay un ritmo que cada uno de nosotros debe encontrar, pero que surge de nuestro propio corazón."
Y concluyó el herrero: "Aquí hay algo que sencíllamente es demasiado profundo para decir con palabras. Algo que no he logrado que mi hijo entienda. Y que, desafortunáda-
mente no ha logrado entender por su cuenta. Asi que a pesar de mis setanta años, todavía
estoy haciendo ruedas."

Termina esta lectura con el comentario de que hay cosas que no se aprenden de los libros... Hay que vivir. Y buscar nuestro propio ritmo...

¿Conoces tu ritmo en tu entrenamiento?. ¿Intentas imponer tu ritmo a los que te rodean?.

Sensei Myriam

Sensei Myriam

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