Requiere valor ser humilde.
Requiere valor crecer.
Requiere valor intentar cosas nuevas.
Requiere valor estar abiertos al cambio.
Requiere valor compartir lo que sientes.
Requiere valor decir siempre la verdad.
Requiere valor aceptar nuestra responsabilidad.
Requiere valor no culpar a otros.
Requiere valor ver las cosas en forma diferente.
Requiere valor ir en pos de lo que reálmente quieres.
Requiere valor el encontrar tu voz y hablar tu verdad.
Requiere valor ser vulnerable.
Requiere valor abrirte a tu comunidad.
Requiere valor reconocer que estas equivocada.
Requiere valor pedir ayuda.
Requiere valor hacer la diferencia.
Anoche me di cuenta una vez más de cuánto he cambiado. Pero aún más importante, de cuánto estoy entendiendo del por qué y para qué estoy aquí. Nuestro dojo tiene una política de puertas abiertas... pero, como dije anteriórmente, no somos para todo el mundo. No porque seamos mejores... más fuertes... o más eficientes. Sino porque por el contrario reconozco personálmente que tengo todavía mucho que aprender... porque soy débil y frágil...y porque día a día busco ser más proficiente en el arte. Siento... y fíjate que hago énfasis en el SIENTO, que nuestra meta no es sólo hacer Aikido. Nuestra meta es mucho más que eso y requiere de mucho valor el no pretender ser otra cosa que lo que somos y ser feliz por ello.
Por lo pronto, a seguir trabajando y creciendo. No es algo que logramos en un día. Confieso que me
falta aún mucho camino por recorrer, así que manos a la obra...
Sensei Myriam
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