Participé en una ocasión de un taller de máscaras y una de las cosas que más me impresionó de la maestra fue que siempre daba gracias a todos. No importaba que fuera algo que debíamos hacer o algo que ella nos pedía, siempre daba gracias. Esto es algo que me esfuerzo por recordar en mi dojo. Cuando mantenemos un espíritu de gratitud por todo y hacia todos la atmósfera se carga de un algo bien especial. Mis estudiantes y yo hemos estado conversando los últimos días de por qué están ellos aquí y no en otras escuelas del área metropolitana en Puerto Rico. Y la contestación uniforme tiene que ver con el ambiente de compañerismo que se respira en nuestro medio. No trabajamos presionados por nada que no sea nuestro deseo de aprender y mejorarnos a nosotros mismos. No trabajamos en lo que conversaba con una maestra muy especial y que ella llamó "crisis-mode". Trabajamos y nos esforzamos, si. Pero no porque queremos quedar bien o no queremos quedar mal. No porque se nos juzgue menos o más por lo que hacemos o cómo lo hacemos. Nos esforzamos porque amamos y nos gusta el trabajo de todos los días. Sentimos reciéntemente un poco de presión de 'crisis' hace unos días atrás. Pero, ya nos estamos moviendo nuévamente a lo que es nuestra atmósfera. Y es esta una de gratitud porque no hay un esfuerzo mayor que otro. Todos hacen su mejor esfuerzo y por ésto yo les doy las gracias.
Sensei Myriam
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