A veces es necesario estar a sólas con uno mismo. Sin embargo, nos resistimos a ello. Llenamos todo nuestro espacio-tiempo de personas y actividades. Olvidando que la persona más importante para nosotros debemos ser nosotros mismos. Se nos ha enseñado, erróneamente, a despojarnos de noso-tros para ser de "todos". Pero, no funciona así. Para hacer feliz a otro tengo que primero ser feliz yo. Pero lo hacemos a la inversa. Queremos que nos hagan felices para hacer felices a otros. Es de mi abundancia que puedo dar a otro.
Pero, me estoy desviando de lo que quiero compartir. Necesitamos aprender a estar con nosotros mismos. Cuando me siento completa conmigo misma, puedo entonces compartirme con otro. No siento que me quitan o me restan. Por el contrario, porque me siento completa y llena soy capaz de compartir de mi sin temor.
Esto no parece material para un arte marcial pero no te dejes engañar por la apariencia. Solo es posible entrar al combate sin temor cuando vivimos sin temor y en plenitud.
Sensei Myriam
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