martes, 19 de abril de 2005

Autoridad...respeto...y lealtad

¿Qué tienen en común estas tres palabras?. ¿Qué tienen que ver con las artes marciales y con la vida en general?.

Conversaremos de esto...

Hay quienes nacen con 'autoridad' y ejemplos de éstos son las monarquías que por años fueron establecidas en numerosos paises. La estructura social, además de las consabidas guerras de poder entre naciones establecieron estos sistemas de gobierno. Hay otros que tienen autoridad a través de sistemas donde se permiten elecciones y se engañan pensando que porque un porciento 'X' de la población vota son democráticos. Pero, todos sabemos que son otros los poderes que se mueven tras bastidores para que tal o cual candidato sea postulado. Y nuévamente, un sistema artificial de orden social y externo establece quiénes serán las autoridades que dirijan los destinos de esos paises. Es curioso considerar por el momento que aún las monarquías que son regidas por lazos de sangre dentro de toda sus apariencia exterior de autoridad en realidad no son los que gobiernan. En todo esto que les menciono les hablo de esa imagen de autoridad que es artificial y que no es real.
Les mencionaba en nuestra página hermana aikidojodelevittown.blog-city.com , que el hecho de temer al castigo o temer a la perdida de un privilegio también denota un grado de autoridad que se impone a la fuerza o lo que va de mano en mano no es lealtad genuina. Es la mera compra venta de posiciones y privilegios. O si queremos ser un poco más sutiles, es una forma inmadura de autoridad/lealtad. Tomemos un ejemplo más cercano a nuestro diario vivir. Es un ejemplo más orgánico de autoridad. La relación de los niños con sus padres. Ciértamente, los padres tienen 'autoridad' sobre sus hijos. Ellos le dieron vida a este pequeño ser.Pero en este caso, ¿qué significa esa autoridad?. Es un hecho que pueden tomar decisiones sobre sus hijos... en forma responsable. Y aquí está la palabra clave..."en forma responsable". Esa autoridad no es indiscriminada... esa autoridad está en virtud de que el niño no está maduro por el momento. No posee los instrumentos o criterios para tomar sus propias decisiones. Por tanto, sus padres tienen que hacerlo por él o ella. Y en este caso, ¿podemos hablar de lealtad?... (continuará).

Sensei Myriam

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