sábado, 23 de junio de 2012

No es nada personal, pero ...

¿Te has preguntado como yo lo he hecho a mi misma, qué hacer ante ciertas situaciones? ¿Cómo responder y reaccionar hacia circunstancias y/o personas con las que interactuamos en el compartir diario? Se nos dice frecuéntemente que no lo tomemos personálmente y es cierto. Lo que otros hacen, lo hacen no por lo que nosotros hagamos o seamos sino por lo que ellos sienten, piensan y son. "¿Qué hacer?", me pregunto. ¿Cómo establecer barreras saludables al comportamiento de otros? Parto de la premisa fundamental de que no tengo el control de nada y de nadie. Que los resultados de cualquier acción están más allá de mi control.


 En suma, que la única persona con la que puedo intervenir es conmigo misma y de ahí es que surgen los siguientes postulados:

No es nada personal, pero ... no tengo que aceptar todo lo que digas como bueno. Yo tengo mis pensamientos, opiniones y criterios y espero respeto por ellos como yo respetaré los tuyos.

No es nada personal, pero ... puedo decir no a lo que me pides si no me conviene o me hace daño. Mi primera obligación es mi salud y bienestar económico y personal.

No es nada personal, pero ... hay un límite de confianza y respeto hacia mi persona. Seré tan amable y amigable como éstos lo permitan. Tengo el derecho a decidir y a seleccionar mis amigos. Yo respeto tu derecho a hacer lo mismo.

No es nada personal, pero ... mi vida tiene el imperativo de realizarme a mi como persona. Toda expectativa que tengas de mi y de mi comportamiento, nada tiene que ver conmigo sino con tus expectativas de las cuales yo no soy dueño, no soy responsable ni estoy obligada a cumplir.

Estos postulados nada tienen que ver contigo y si todo que ver conmigo.

mcr 


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