Un capítulo más está por cerrarse. La semana próxima se llevan los mats del dojo original, lo que quiere decir que ya no se darán más clases en ese lugar. Por cierto ayer fue la última clase y la terminamos jugando lo que los niños les gusta jugar, "tira y tápate".
Terminar jugando es una forma de celebrar lo que fue un lugar especial. Es celebrar el trabajo y los logros, porque en ese lugar se hicieron cinturones negros y danes. Hubo risas y lágrimas. Hubo experiencias positivas y otras que fueron terreno fértil para crecer y madurar. Vimos de nosotros la luz y la sombra, porque somos ambas.
Si, se cierra un lugar pero celebramos la vida y perfecta realidad de la cual todos participamos.
Sensei Myriam
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