martes, 2 de marzo de 2004

El pasado, ¿qué tiene para mi?

Hace ya un tiempo que he dejado de expresarme con frases como: "Quisiera cambiar de mi ésto y lo otro". Y también: "Hubiera querido que las cosas fueran diferentes".
No puedo actuálmente expresarme así. Y cuando en una conversación me doy cuenta de que estoy a punto de expresarlo, tengo la lucidez de percatarme de ello y detenerme casi en el acto de hacerlo. No puedo ya comunicarme de esta forma. Y mucho menos ver la vida buscando qué modificar de ella. La persona que soy hoy es resultado de cada una de esas experiencias a lo largo de un sendero de 52 años. No hubiera podido sentir, pensar ni ser
como soy sin esas experiencias. Algunas de ellas fueron causa
de gran gozo y risas. Otras de gran tristeza y llanto. No busco ya catalogarlas en forma tan simplista como "buenas"
o "malas". Sencíllamente fueron acontecimientos de un momento. No deseo ya como tiempo atrás que hubiesen sido diferente. Precísamente han sido ellas las que me han llevado a este momento de quieta aceptación. No sería yo hoy sin ellas. La gran enseñanza de estos años es que aunque no puedo cambiar el pasado...
...si puedo cambiar la forma en que me relaciono con él.

Y ésto me ha dado gran esperanza para el futuro...

Sensei Myriam