Hermoso día este 4 de julio pasado. Algo caliente y húmedo. El sol brillaba y el día estaba precioso. Mis estudiantes estaban nerviosos porque ese día habría exámenes de kyu. Habían estado entrenando fuerte para sus técnicas y ejercicios de ki. No sabían ellos que la vida no es predecible y que varias sorpresas les aguardaban. Melvin fue el primero que lo iba a experimentar...
Sensei Myriam
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