martes, 31 de agosto de 2004

La tormenta viene... o no viene?

Es interesante lo que estamos viviendo en Puerto Rico ahora. Un huracán se acercaba a Puerto Rico. Se movía hacia el oeste e iba a pasar a cientos de millas de la costa norte de la isla. Sin embargo, algunos medios de comunicación en su afán de hacer noticia alarmaron a la población al grado de que se canceló el trabajo por el gobierno. Las escuelas se cerraron. Los supermercados se abarrotaron de personas. El pais se detuvo... en parte. Confieso que yo cerré dojo. Llamé a mis estudiantes y les informé que por " la tormenta que no va a pasar, el dojo estará cerrado". En el fondo sabía que no seríamos afectados por este proceso atmosférico. Pero, decidí que era mejor cerrar. Esto nos cambia por un momento el ritmo... en inglés podría expresarlo como "the beat". Miro ahora por la ventana y hace un sol brillante. El día está hermoso. ¡Quién diría que tan cerca hay un huracán categoría 3!. Si... a veces hay que detenerse. Yo tenía que detenerme aunque fuera por un día para considerar algunas cosas. Parte de lo que está rondando mi mente tiene que ver con lo que ya escribí de lo que es nuestra misión. Nuestra razón de ser. Debo velar que aquello por lo que he trabajado no se afecte por el temor. Temor, ¿a qué?. A querer ser lo que no soy. A olvidarme de quién soy y por qué hago lo que hago. En nuestra otra página http://aikidojodelevittown.blog-city.com compartí de un libro la historia de un shamán imaginario que fue hasta la fuente de un rio seco por la sequía, y se acercó a
lo que pudiéramos llamar el ojo de agua que lo nutría. Allí, el shamán le recordó al rio seco a través de historias lo que era. Y luego se alejó regresando al lugar de donde había venido. No pasó mucho tiempo cuando comenzó a escuchar el ruido de las aguas que fluían por lo que antes era un rio seco.
El autor de esta lectura mencionaba que esta historia le había impactado de niño porque es el tipo de historia que nos trae a la presencia de una gran verdad. Si, yo necesitaba este día para recordar. Una de mis estudiantes, sin saberlo, me ayudó a recordar. Mientras tanto, el día sigue hermoso. No se si lloverá o no más tarde. Tampoco se si habrá inundaciones durante la noche como la prensa y la televisión ha anunciado. Una cosa si se y es que oigo agua de un rio que ya no está seco porque recordó otra vez quien es.

Sensei Myriam

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