domingo, 31 de octubre de 2004

Que escojo creer...

Como niños nuestras vidas eran más simples y sencillas. Pero era a la vez más espectaculares... Nos veíamos como grandes actrices y actores, doctores, astronautas, valientes guerreros, científicos, bomberos y policias, grandes maestros. Nuestros sueños no tenían límites. ¿Qué sucedió con nosotros después de la niñez?. ¿A dónde fue a parar nuestra capacidad de soñar?. Fuimos de afirmaciones como: "Soy fuerte", "Soy hermosa", "Soy inteligente"... a expresiones de: "Que tonta soy", "Soy tan torpe", "No sirvo". Podríamos argumentar que pusimos pie en tierra. Pero, ¿es ésto en verdad lo que sucedió con nosotros?. ¿Podría ser posible que una "fuerza" oculta ha estado trabajando para cambiar nuestra forma de ver la vida y como consecuencia afectar nuestra visión de nosotros mismos y de nuestras afirmaciones?. Creo que la sociedad en general, con el sistema educativo en particular son los grandes responsables de que ésto haya sucedido. Y todo comienza en nuestras familias que también son producto de esta formación errada.

Te voy a mostrar un ejemplo de lo que estoy diciendo: ¿Recuerdas alguna ocasión de tu niñez, cuando tuviste un pensamiento o intuición que consideraste GRANDIOSA, lo compartiste sólo para ver como se burlaban o rechazaban?. Los adultos que formaban parte de tu entorno y circunstancia sonreían o reían y pensaban que era "una niñería" más. ¿Hacemos lo mismo con nuestros niños?.

Vivimos en una sociedad que promueve la sumisión y no el pensamiento crítico. ¿Cuantas recetas de Adderall, Ritalin, Methadate no se venden a diario para hacer de nuestros niños unos sumisos y quietos en el salón de clases?. No espero una respuesta, yo conozco la respuesta pues soy pediatra.
En nuestras escuelas no se recompensa la individualidad. Nos bombardean todos los días por los medios visuales y de radio en lo que "se espera" de nosotros. Impera la dependencia sobre la independencia de criterio. Los rebeldes de hoy son tan similares unos de los otros, y sin embargo se vanaglorian de ser "diferentes".

¿Qué me hace única y particular?. ¿Qué es lo que poseo de valor que se requiere comparta con la totalidad?. Y que es precísamente lo que yo poseo que completa al todo?.

Escojo creer que soy hermosa. Escojo creer que soy inteligente. Escojo creer que soy fuerte. Escojo creer que puedo realizar todo aquello en lo que pongo mi corazón. Escojo creer que puedo hacer una diferencia en todos los que me rodean. Escojo creer que tengo algo valioso que aportar a la Asociación de Aikido de America y a mis estudiantes. Escojo creer que soy más que suficiente para realizar todo lo que me haya propuesto realizar.

¿Qué es lo que tu escojes creer?. ¿A quién decides creer?. ¿Al pensamiento gereral de la sociedad en la que vives o a tu propio corazón?. La contestación a estas preguntas puede cambiar tu vida.

Sensei Myriam

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