Un camino...muchos caminos. ¿Hacia dónde te diriges?. ¿Dónde quieres llegar?. El tener un sendero que seguir siempre es saludable, mientras no se convierta en una compulsión. Y de ésto ya hablaremos en alguna oportunidad. Hablemos un poco del camino. Siempre le digo a mis estudiantes que hay muchas formas de hacer las técnicas. Y lo digo para que mantengan una mente abierta a las posibilidades. De la misma forma hay muchos caminos y el que escojas depende de lo que quieres alcanzar y a donde quieras llegar. A veces escucho frases como: "Yo lo hacía así en ...", "En ... se hace así", "Yo aprendí... en". Lo que me maravilla es que estando en otro lugar persisten en hacer como se hace "en...". Y las pregunta que me hago en silencio son: " ¿Por qué está aquí?, ¿Qué busca aquí?".
Recuerdo a mi primera maestra de Aikido que nos hacía cada cierto tiempo la pregunta: "¿Qué buscamos en el Aikido?". Era una forma sabia de ayudarnos a evaluar nuestro propósito de estar en el dojo. Y evaluábamos si esos propósitos se estaban cumpliendo. Hace mucho tiempo me di cuenta en asuntos del corazón que "no toda persona era para mi y yo no era para toda persona". ¿Y qué tiene ver ésto con lo que estamos hablando?. Mucho... el camino que yo sigo no tiene que ser el que tu sigas. De igual forma... el que tu dígnamente sigas no tiene que ser el mio. ¿Le resta valor al mio el tuyo o el mio le resta al tuyo?. Claro que no... sin embargo, de decidir que vamos a caminar y compartir el mismo sendero ambos tenemos que estar presentes aquí y ahora...
Sensei Myriam
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