Aikido no es un deporte.
Dado que Aikido no es un deporte no tenemos competencias en la comunidad del Aikido. No hay trofeos o medallas. No hay premiaciones. La única lucha hasta la muerte es la que tenemos contra
nuestro ego. Y ésta, no es pública. La recompensa de nuestro trabajo ocurre dentro de nosotros con la satisfacción de sobrepasar cada dificultad que nos encontramos en el día a día de nuestro entre-namiento. Y créanme, no todas estas dificultades son externas. Los retos más difíciles no son los físicos.
Habiendo dicho ésto comenzaré diciendo lo que un dojo NO ES. Un dojo de Aikido no es un gimnasio. No es un sitio de reunión y/o actividades sociales aunque compartimos unos con otros. No es un coliseo de competencia donde mostramos cuán ágiles, fuertes y listos somos.
O'Sensei dijo:
" El Arte de la Paz comienza contigo. Trabaja sobre ti mismo y con la tarea que te ha sido asignada en el Arte de la Paz. Todos tenemos un espíritu que puede ser entrenado de cierta manera, un sendero conveniente para seguir. Estáa aquí con el sólo propósito de darte cuenta de tu divinidad interior y manifestar tu iluminación innata. Alimenta la paz en tu propia vida y luego aplica el arte a todo lo que encuentres.
El propósito del entrenamiento es tensar lo flojo, fortalecer el cuerpo
y pulir el espíritu.
En el Arte de la Paz no hay contiendas. El verdadero guerrero es invencible
porque no lucha con nadie. Vencer significa derrotar la idea de disputa que albergamos
en nuestra mente."
Morihei Ueshiba
Regresemos a la historia de la estatua. Me dijeron que Toyoda Sensei estaba resaltando un punto o enseñanza. ¿Cuál era la enseñanza?. Primero, que el dojo era su hogar. Y que como tal, su hogar debía ser tratado con... respeto. No era que el mover la estatua era asunto de vida o muerte. Era un asunto de...respeto. ¿Podrías imaginarte entra a la casa de uno de tus vecinos y cambiar los mue-bles de lugar?. ¿Llegar a la cocina y abrir el refrigerador y servirte de la comida que allí se encuen-tra?. ¿Luego moverte a la habitación principal, encender el aire acondicionado y acostarte a dormir
una siesta?. Pienso que tu respuesta sería un : NO. ¿Por qué?. Porque no es tu hogar.
El dojo es un lugar especial que tu maestra abre para compartir del arte e instruir. En nuestro caso es el Arte del Aikido. Pero, puede ser cualquier otra disciplina. El o la maestra comparte este espacio con sus estudiantes y al pasar del tiempo los estudiantes empiezan a sentirlo también como su hogar. Ellos, a su vez lo comparten luego con los estudiantes principiantes ylos que visitan el dojo.
Este lugar debe ser tratado con respeto. Aprendo mucho de cómo son los estudiantes por la forma en que manejan los objetos físicos. De cómo se expresan verbal y no verbálmente. El lenguaje corpóreo dice mucho má que nuestras palabras. En mi caso, mantengo una política de puertas abiertas en el dojo...pero, ésto no debe confundirse. Espero respeto y un comportamiento adecuado no sólo de estudiantes sino de los visitantes. He tenido 'buenas' y 'malas' experiencias en el pasado que me han enseñado la necesidad de establecer normas y límites saludables de comportamiento.
El dojo es mi hogar... y el de mis estudiantes 'senior'. Como tal debe ser respetado.
El dojo es también el "el lugar del Sendero". El Arte es reflejado por el lugar donde entrenamos y por los que lo practican. Como tal debe ser mantenido limpio y en orden en todo momento. No sólo las paredes y ventanas, los baños, el mat. Sino nuestros cuerpos, nuestras uñas y cabello, nuestro gi o uniforme, nuestras mentes y almas, nuestro lenguaje y gestos. Todo ésto habla de nuestro esfuerzo y lucha para convertirnos en el Arte. ¿Qué, piensas que son palabras muy grandes para tí y para mi?.
Sólo hay una cosa que hacer... madurar y crecer a la altura de él. Ese es el espíritu del BUDO...
trabajar por menos que ésto no vale el esfuerzo.
Sensei Myriam
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