jueves, 16 de diciembre de 2004

Fronteras y aperturas....

En esta vida llena de paradojas es necesario junto con los límites saludables establecer también aperturas iguálmente saludables. En nuestro dojo mantenemos una política de puertas abiertas. ¿Significa ésto que cualquier persona puede entrar a nuestro dojo a hacer lo que quiera?.Ciértamente no!. Para vivir en medio de la pradoja diaria de la vida hace falta disciplina.

Esto trae a mi mente una pregunta: ¿De qué tipo de disciplina estamos hablando?. ¿Es la que busca controlar el mundo exterior?. El mejor maestro de que ésto no es posible es la vida misma ya que no podemos controlar todos los detalles que la componen. Entonces, si no puedo controlar el exterior, ¿es el interior lo que debo controlar?. Sentarnos 45 minutos en zazen nos demostrará lo difícil que es controlar hasta nuestros pensamientos más íntimos.

Sin embargo, necesitamos de algún tipo de disciplina. Permíteme sugerirte lo siguiente. Me refiero a la disciplina donde abandonamos el deseo de tener control de todo. Buscamos estar presentes a lo que es. No es ésta una posición estática ni pasiva. Por el contrario, la vida está llena de dinamismo y cambio. Aún la persona que somos hoy y se levantó en la mañana no es la misma que la que se acostó anoche a dormir. Se requiere de disciplina para mantenerse contínuamente presente al cambio.

Pero, ¿qué tiene ésto que ver con nuestro tema de fronteras y aperturas?. ¡TODO!. La membrana semi-permeable está en constante flujo de cambio con su ambiente. Algunas sustancias entrarán pasívamente al interior y otras saldrán de igual forma. Sin embargo, existen dentro de la membrana celular mecanismos activos de bombeo que dan acceso a sustancias del exterior al interior y vice-versa. La célula define lo que le es necesario para vivir y de igual manera lo que le es tóxico y lo remueve actívamente. Para mantener su super vivencia establecer barreras y límites. Nosotros como organismos multicelulares nuestras barreras no son tan obvias pero no por ésto inexistentes. Estas barreras y límites deben estar presentes para nosotros poder parte activa del todo que nos rodea.De no mantenerlas nos perdemos a nosotros mismos y nuestra contribución particular.

En este momento de mi vida estoy en el proceso de establecer límites y balancearlas con aperturas saludables. Una y la otra no tienen que estar en oposición o conflicto. En lugar de eso, pueden coexistir armoniósamente. Esto es algo que le enfatizo a mis estudiantes. Aikido trata de armonizar. Y armonia es la contraparte de conflicto.

Así que, a veces diré "SI". Y en otras ocasiones diré, "NO". En ocasiones reiré y en otras estaré triste. Me verás sonreir en el dojo y en otras me verás corregir fírmemente. Pero, una cosa les prometo a todos y es que trabajaré muy vehementemente en no juzgar. Primero, me lo prometo a mi
misma... no me juzgare ni buena o mala. Soy como soy, trabajando para ser la mejor Myriam que pueda llegar a ser. Tampoco te juzgaré a ti.¿Qué queda entonces para hacer...?

Aprender a vivir en medio de la paradoja con los ojos bien abiertos a la vida tal como es...

Sensei Myriam

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