Mi energía estos días ha estado un poco baja. En parte porque me encuentro enferma y quizás por otras razones fuera de mi control. Sin embargo, no es este un momento que no haya vivido antes. He estado antes enferma. Y también en otras ocasiones mi ánimo ha estado afectado y bajo. Recuerdo un dojo cuyos estudiantes dejaron de asistir. Y de ser un estudiante entre muchos otros con gran potencial y mayor habilidades que las mias, me encontré sóla con otra compañera en el arte. El tiempo que no se detiene por nadie pasó y eventuálmente el momento de decisiones llegó. El ánimo no era en ese momento el más alto y excitante. ¿Qué hizo la diferencia?. ¿Cómo se superan esos momentos?. Las emociones son reales. Los sentimientos están ahí y no es posible negarlos. ¿Qué es lo que impide el rendirnos y abandonarnos a lo que sentimos?. Y como consecuencia, abandonar el sendero en pos de otros que nos luzcan en apariencia más excitantes.
He estado aquí ya en muchas otras ocasiones. Las caras son diferentes. Y las circunstancias varían en uno que otro detalle pero, son similares. Los sentimientos son conocidos. He observado que muchos estudiantes llegan a la mitad del camino hacia un shodan y parecen perder su primera inten-ción. Lo que no saben es que este momento es pasajero. No dura toda la vida. La vida con sus exigencias y demandas nos retan a todos. Nos prueban a ver cuán firme es nuestra determinación.
Si, conozco esto que siento. Lo he sentido muchas veces antes. No tengo miedo...
Sensei Myriam
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