miércoles, 23 de marzo de 2005

El Sendero Marcial ...(2)

En una sociedad como la nuestra donde la gratificación personal e inmediata es la norma, donde hay cursos cortos para todo. Y donde se buscan atrechos para llegar pronto a algún lugar, se ha perdido la disciplina. Queremos levantar la integridad y la honestidad de los servidores públicos y privados, al igual que el de la sociedad en general legislando más leyes que controlen todas las áreas del ámbito social. Y se nos olvida el viejo dicho que dice: "Quien hizo la ley...hizo la trampa". Entendiéndose por ésto que aquellos mismos que legislan para controlar también inconciéntemente y no tan inconcién- temente buscan zafarse de lo legislado. Olvidan además que la integridad y la honestidad aunque tienen sus manifestaciones en acciones que se ven... no son cosas que se imponen por la fuerza. Estas dos virtudes son rasgos con los que se nacen y se desarrollan dentro de las personas que las poseen. El potencial está ahí, y yo soy de las optimistas o idealistas que piensan que todos nosotros poseemos el germen de esas virtudes en nuestro interior. Sin embargo, soy también realista y estoy convencida de que esa semilla debe ser cultivada hasta dar el fruto de una vida honorable. Pero, ¿hay la disciplina para desarrollarlas?. Y, ¿por qué según pasa el tiempo se da la impresión de que hay cada vez menos personas honorables?. ¿Hay alguna forma en que podemos desarrollar estas cualida- des en nosotros?. ¿Cuál es nuestro campo de influencia y a quién estamos llamados a cambiar en esa
dirección?.

Sensei Myriam

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