Enseñando...

Si me hubieran preguntado al principio de mi entrenamiento en el Aikido si pensaba ser maestra de este arte. Hubiera contestado: "No".

Cuando comencé mi entrenamiento era mi proceso interior el que me interesaba. Pero, fui sorprendida por la vida misma y aquí estoy. Dueña de un dojo, enseñando como maestra y a mitad del camino del primer grupo hacia el shodan. No se me impuso de afuera esta posición. Nació de adentro. de la necesidad de compartir. Pero, ¿compartir qué?. Compartir una búsqueda. Una búsqueda de significado. Del por qué estoy aquí. Para hacer qué. Compartir con quiénes. Si algo quiero enseñar a mis estudiantes es ésta búsqueda del significado de sus vidas. De que no estamos vivos por el capricho e instintos sexuales de una pareja. De que hay algo más allá de las meras circunstancias que rodearon nuestra concepción y por consecuencia nuestro nacimiento. Envueltos en estas búsqueda de significado la vida comienza a tomar un color particular. Adquiere un tono especial. Y ésto se resume en una palabra: significado.

Si, estoy aquí para enseñar. ¿Y enseñar qué?. Que estar vivos es mucho más que respirar.

Sensei Myriam