jueves, 10 de marzo de 2005

Se buscan candidatos a shodan

Ya a dos años y medios de abrir dojo y con un grupo fijo de estudiantes estamos a la mitad del camino de preparar los primeros candidatos a shodan. Y en este proceso se me ocurre la siguiente proclama:

Se buscan candidatos a shodan


Estos deben tener 16 años o más.
Haber comenzado su entrenamiento en aikido
en Aiki Dojo de Levittown.
Haber tomado sus exámenes de promoción
y haberlos aprobado satisfactoriámente.
Areas que se les hayan señalado para trabajar en ellas
deben haber sido atendidas diligéntemente.
La asistencia consistente es elemento importante
para cualificar a esta posición.
Asistir como sempai es requisito para
su recomendación a shodan.
Se espera del candidato una actitud cortés
y de respeto hacia la maestra y sus compañeros
de práctica.
Sus compromisos económicos con el dojo deben
estar al día sin que se le requiera por su sensei.
Se espera de los estudiantes que se acercan a esta
posición que muestren compromiso con el desarrollo
y crecimiento del dojo.
Si te consideras candidato potencial para
esta posición deberás solicitar una entrevista
con el Dojo cho donde habrá una evaluación de tu solicitud
y de tu compromiso con el dojo y tus compañeros y tu Sensei.


Lo que aquí se incluye nos es nada menos de lo que yo misma me exijo como estudiante. Espero de mis estudiantes el mismo espíritu de responsabilidad y compromiso. Se han acercado a nuestro dojo personas de otros dojos u organizaciones. En algunos he visto la actitud de cernirse por nuestras reglas. En otros he visto el intento de imponer normas extrañas y ajenas a nuestro dojo. Uno se ha quedado los otros se han ido. Un compañero aikidoka de Mayaguez expresó con razón que un dojo no es un centro social. Donde se entra y sale indiscriminádamente y donde el intercambio social es su razón de ser. Y tampoco es un gimnasio donde sólo se atienden los aspectos físicos. Un dojo es más que una escuela. Dojo también significa en uno de sus kanji: lugar de la iluminación. Y si no nos gusta esta palabra podemos usar otra que a la larga representa lo mismo: es el lugar donde estamos llamados a despertar.


La proclama está hecha. A ver cuántos responden...


Sensei Myriam

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