Compartía con ustedes de mi conversación con un caballero que nos visitara una sóla vez hace más de un año y que insistía que había entrenado con nosotros por más tiempo. Me invitó a que hiciéramos una apuesta. De estar él en lo correcto yo le daría seis meses de clases ...¡GRATIS!.
Aunque estaba segura de ganar la apuesta no la acepté. Y quiero compartir contigo las razones.
¿Qué clase de maestra sería yo al entrar en este tipo de relación con un estudiante?. Ciértamente quiero ser amiga de mis estudiantes. Pero, soy más que una amiga. Tengo la responsabilidad de compartir un conocimiento. Pero, mi responsabilidad va mucho más allá del conocimiento externo de la técnica. Soy responsable de una formación. Para ésto tengo que ser algo más que una amiga. Como maestra en ocasiones tengo que aplicar disciplina. Tengo que corregir y exigir cosas como comportamiento, actitudes, respeto, disciplina... Una amiga no está llamada a esto. Un maestro si.
Y, ¿qué acerca de los seis meses gratis?. Se les enseña a los estudiantes que las mensualidades no son para pagar la enseñanza. Esto es una idea occidental. El dinero de la mensualidad es para mantener las facilidades. Para que el lugar de entrenamiento esté en condiciones óptimas. En nuestra cultura consumista de bienes materiales perdemos el foco y tomamos la enseñanza de un arte como un bien material más. Y esto es una idea errada. La formación dentro de un arte marcial es mucho más que la forma externa. Y esa formación no tiene precio. Sólo aquellos con una visión que trasciende las apariencias se dan cuenta de ésto.
Aunque hubiera podido ganar la apuesta hubiera perdido mucho más en el proceso.
Sensei Myriam
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