Recibí una cita acerca de la fragancia que queda en la mano del que ofrece una rosa. La imagen me ayudó a completar un proceso que tenía pendiente. Aquellos momentos en los cuales compartí de lo que soy y lo que tenía, no siempre fueron bien recibidos, agradecidos o aprovechados. Hoy, luego de leer la cita completé el ciclo de aceptación y aprendizaje, y junto a éste de aprender que lo importante no es la reacción del o de los cuales recibieron; lo importante es el espíritu con el cual se dieron. La fragancia queda en las manos del que da la rosa, y hoy hago a un lado y dejo atrás cualquier sentimiento negativo resultado de esos intercambios, soltando la historia y consecuencias de ellos.
mcr
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