martes, 31 de julio de 2012

Pronto ... ¡cuando mi Poder Superior quiera!

Ayer coloqué esta imagen que hoy re-ubico en la fecha de hoy. El proceso me fuerza a identificar lo que quiero y lo que necesito para  paradójicante no tenerlo en el momento presente. Hacer ésto es frustrante, y como no, también es desesperante. Sin embargo, el proceso no termina ahí. Este identificar lo que quiero y necesito es sólo el primer paso. Luego de mirar muy dentro de mi identificando mis necesidades más profundas y de enfrentar la realidad de que no puedo lograrlo y forzarlo como antes hacía, debo tomar el segundo paso del proceso en el cual camino.  Me toca soltarlo, rendirlo, entregarlo. 

Para aquellos de nosotros que hemos tenido dilemas y problemas de control en nuestras vidas el acto de rendir lo que necesitamos y anhelamos no es asunto fácil. Es la raiz de nuestro problema de codependencia. Esa ilusión de control cuando no controlamos nada y que se disfraza bajo el manto de autosuficiencia, proactividad, aptitud y quien sabe cuántas palabras más en esta era de muchos movimientos de "autorealización".  Y en ese empeño de autorealizarnos sobre compensamos sin atender la raiz básica de nuestra sensación de escasez. Y nos encontramos en un punto donde nada y todo es insuficiente para llenar la necesidad básica que buscamos suplir. 

El soltar, dejar ir, liberar es parte del proceso. Una imagen viene a mi mente relacionada al Aikido. Mientras aprendíamos la primera técnica, katate kosatori kotegaeshi (agarre cruzado de la muñeca) la primera reacción es agarrrar la muñeca del que nos ataca. Es algo reactivo, y nos toma tiempo desaprender lo que pensamos es seguro y controlado, agarrar para querer controlar. Es todo lo contrario, cuando soltamos y nos relajamos podemos movernos para realizar la técnica. Ese soltar es el segundo paso necesario en el proceso de nuestra auto-realización.  

Lo que quiero y anhelo está presente, lo he identificado luego de buscar honéstamente dentro de mi. Y, ¿ahora qué?. Contrario a lo que hacía antes que forzaba situaciones y pensaba que tenía control de lo que ocurría y alcanzaba, ahora me corresponde entregarlo y soltarlo. Poder vivir sin ello confiando de que si ha de ser será. Mientras tanto me entreno en soltar, entreno en el arte del desapego, y aprendo a ser feliz.

mcr

No hay comentarios.: