Ayer entrené para mi examen de nidan una vez más. No todos los estudiantes que me ayudan lograron venir. Una de mis estudiantes expresaba tímidamente: " A ver cómo sensei se la arregla conmigo, no soy buen uke". Sin embargo tal y como lo expresó también ayer: "Yo estoy más preocupada por el examen de sensei que por el mio". (Ella se examina para 6to
kyu en marzo próximo), ella estaba ahí para ayudarme a llegar al próximo escalón de la escalera. Su disposición era la de hacer su mejor esfuerzo.
Es tán fácil enseñar al estudiante habilidoso y al que lo entiende todo de la primera vez que lo ve o escucha. Pero, si todos fueran así, ¿dónde está el reto?. No quiero que tengan la impresión incorrecta, disfruto mucho de ver a estos estudiantes realizando maravillas en el mat. De verles sonreir de satisfacción por sus logros. Al finalizar la clase nos sentamos a conversar y compartir impresiones. Les comentaba yo lo siguiente: ¿cómo un estudiante con habilidad natural comprende al que tiene problemas y tropiezos por carecer de esas habilidades?. ¿Cómo le ayuda a sobrepasar esa dificultad?. Hay múltiples retos para cada uno de nosotros. Lo que es fácil para mi puede no serlo para mi compañero de práctica. Me he convencido en estos años de práctica que las áreas de mayor dificultad son las que más tienen para enseñarnos. Y todavía más, son esas áreas las que más potencial de crecimiento nos ofrecen. Así que, quizás mi estudiante se percibe a si misma
como que no es buen uke. Pero una cosa les puedo asegurar y es que es una de mis mejores estudiantes...
Sensei Myriam
