Ayer tuvimos clase. La clase de los miércoles cumple dos propósitos. Uno de ellos es el de yo entrenar mi nivel y prepararme para mi sandán. Y el otro es entrenar a los estudiantes en el área del ukemi. También utilizamos este espacio para práctica libre de los estudiantes. Hay un elemento común y es la presencia de uno de los estudiantes de rango avanzado. El se ofreció a participar de mi entrenamiento siendo mi uke. Y con los demás estudiantes los lanza y toma caidas de ellos. Hay que reconocer que en poco tiempo se ha ganado el respeto y reconocimiento de sus compañeros no porque posea excelente técnica (que la tiene) y habilidad como uke sino por algo quizás más impor-tante. Me refiero a su humildad y disposición de ayuda que muestra para con todos. Sigue siempre así Dickson. De parte de todos nosotros... DOMO ARIGATO.
Sensei Myriam
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