La palabra Sensei es una que provoca muchos sentimientos. Para algunos, acostumbrados sólo a la percepción fílmica de lo que es un sensei através de las películas de artes marciales, puede percibir-se como esta figura glamorosa todo sabia, de infinita paciencia y comprensión, con poderes sobrehu-manos (Ej. Karate Kid). En otros casos es este maestro cruel y sádico, estricto hasta lo inhumano con sólo una visión del arte, la suya (Ej. Kill Bill 2). Pero, la realidad de un verdadero maestro o sensei se encuentra entre estas dos posiciones extremas manifestándose en una amplia gama y variedad de formas. Un maestro tiene que manejar y trabajar con muchas cosas. Siendo el más importante su propio desarrollo. Esta es la base de todo lo que se trabaja hacia adelante.
El trabajo del dojo comienza con el sensei. El o ella es el modelo de lo que se trabajará con los estudiantes. ¿Significa ésto que tiene ella que hacer las caidas de aire más altas y espectaculares en el dojo?. Pordría ser si ella comenzó temprano en su vida en el arte toda llena vitalidad y energía. Recuerdo que se me dijo en varias ocasiones por estudiantes avanzados que no era posible llegar al shodan sin caidas de aire. Yo sonreía y continuaba entrenando. Y la vida misma demostró lo equivocado de esa aseveración. ¿Qué sucede , entonces, si ella no puede realizar las caidas de aire y tampoco puede correr rápido y lanzar a sus ukes a pies de distancia como lo hacen otros?. Esta maestra debe ser lo suficientemente sabia para reconocer sus límites y trabajar con ellos. Nuestros límites son tan importantes como nuestras fortalezas. Esto hace que nuestro trabajo como maestros sea uno centrado y equilibrado. Estando conciente de esto, es necesario que sea lo suficiéntemente humilde para identificar a aquellos recursos que poseen aquello en lo cual ella se encuentra necesita-da y que abra el espacio para que estos beneficien a los integrantes del dojo con sus habilidades. Esta es una humildad de tipo muy particular. Es la humildad que no tiene temor o miedo. Es audaz. La maestra está segura de lo que es y de lo que quiere enseñar. Posee una visión clara de hacia donde quiere que su dojo se dirija. Y este intrépida humildad la que le permite ver cuando es el momento de colocar a otros en la posición de enseñanza. Pero, ella está presente, no delega o renuncia a su posición de maestra. Precísamente porque es la sensei se enseña lo que entiende es necesario por éste o aquel recurso que estime ella necesario. Ella ha experiementado que la vida se compone de una gran red de relaciones y que todos somos inter-dependientes unos de otros. Y como tal se comporta... y aunque sea otro el que enseña ella presta atención y aprende. Porque cuando pensamos que no tenemos más que aprender es cuando demostramos que no hemos aprendido aún nada. Y el dojo continua creciendo y moviéndose en la dirección en la cual ella quiere el dojo se mueva. Vigilando y atenta de que se realice el propósito por el cual este espacio se abrió...
Sensei Myriam
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