En un dojo de artes marciales entrenamos de acuerdo a la visión de lo que el arte es... pero, ésta es percibida de formas diversas de acuerdo a la personas a cargo de la enseñanza. Aikido es un arte de defensa personal y por lo general no se enseña a atacar o a defendernos con golpes. Nuestra defensa depende de actos de evasión, unión y control. Pero, aún en medio de nuestros actos de defensa podemos expresar mucha violencia. ¿Cómo?. En la fuerza con que aplicamos los controles y/o los lanzamientos. Cuando no tenemos en cuenta el nivel de desarrollo de nuestros compañeros. Ocasionálmente, cuando no respetamos los límites de confianza y respeto entre nuestros compañeros y asumimos que a mayor rango menos respeto para con los de menor rango. Es responsabilidad del maestro establecer la visión general y la disciplina particular en el dojo. En esto observarás diferencias sutiles hasta posiciones opuestas y contradictorias. Y esto es natural que suceda. Pero, la posición del maestro a cargo de la enseñanza es una de las condiciones más importantes que determinan si nos entrenamos para la paz o para la guerra. Esto no es sólamente cierto para Aikido sino para todas las artes marciales...(continuará).
Sensei Myriam
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